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manejando mucho más allá de sus medios. Además de ser el único conductor italiano de consecuencia en la Fórmula Uno y el único italiano en Ferrari, él también, según todos los informes, no era un muy buen hombre de negocios. Había firmado un acuerdo comercial para importar autos estadounidenses a Italia. Sus patrocinadores se preocuparon cada vez más por su inversión. También hubo sugerencias de que había acumulado deudas de juego. Ciertamente estaba bajo cierto estrés financiero en ese momento. La presión había estado creciendo. Las deudas en las que se encontraba Musso. Las enormes recompensas que podrías recibir si ganaste el Gran Premio de Francia en Reims. Esa fue una carrera para ganar Musso, no hay dudas al respecto. En tres o cuatro ocasiones en las primeras vueltas, tratando de igualar el ritmo de Hawthorn a través de la curva muy rápida de la derecha inmediatamente después de los hoyos, puso dos ruedas al borde y habría una nube de polvo y piedras y algunos de los fotógrafos decían, ya sabes, «Oye, está en el borde desigual». Porque lo entendió un poco mal, estaba un poco fuera de línea, la parte trasera izquierda habría atrapado los mármoles y luego se fue y el coche dio un salto mortal y lo arrojó. En la séptima vuelta, Luigi no apareció. Pensé que su auto podría haberse averiado o que podría haberse detenido. Nadie hizo una señal. Y cuando no hay señal, es malo. Fue expulsado y sufrió una lesión en la cabeza que le quitó la vida. Yo era joven y todo mi mundo colapsó. Corrí a la ventana para arrojarme. Cuando ocurre un evento fatal, nunca es por una sola causa. Son cosas diferentes que ocurren simultáneamente, llevando al sacrificio de una vida. Cuando murió Luigi Musso, Ferrari estaba molesto, pero una de las formas en que mostró su arrepentimiento fue consolar a la novia de Musso. Él la colocó en una tienda de flores en Florencia y pasé bastante tiempo con ella y tuvieron una relación bastante larga. Bueno, la cosa es que un conductor debería tener confianza en su propia habilidad, pero no para ser tan ingenuo como para pensar:
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