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movía sus manitas y sus pies. William nació en . Tu papá decía: «Ese niño va a ser muy consentido». Y lo fue. Lo fue. Me saqué en el examen nacional de profesores. Me encantaba enseñar. Me encantaba. Porque sabía lo que la educación había hecho por mis hermanas y por mí. Y también sabía de la lucha. Mi mamá trabajaba deshojando tabaco, ¿sí? Se tuvo que salir de la escuela en el .º grado para ir a trabajar. Yo le enseñé a leer. No le daba vergüenza conmigo porque yo era la menor. Y a mí me daba orgullo poder enseñarle a leer y escribir. MANUAL DE SUPERVISORES Mi mamá empezó su carrera en Nueva York como profesora de inglés, y llegó a tener el puesto de directora de la preparatoria Thomas Jefferson en el este de Nueva York. Después de años ahí, ella fundó una escuela para chicas y mujeres en Rikers. La cárcel que está básicamente al final de la pista del aeropuerto LaGuardia. RIKERS ISLAND ES LA SEGUNDA CÁRCEL MÁS GRANDE DE LOS EE. UU. La nombró Rosewood, y desarrolló programas para que las mujeres salieran de prisión con habilidades técnicas, para que tuvieran opciones al salir. Mi papá creía en que mi mamá lograba lo que se proponía. Tu papá trabajaba en Andrew Geller. Tenían zapatos fabulosos. Tenían zapatos hermosos, y a mí me encantaban. Él quería ser dibujante. Tomó el examen de la autoridad de tránsito para poder ser maquinista, pero todavía podía estudiar. Luego naciste tú. Cuando Lauren nació, él estaba muy contento. Estaba muy contento. Pero, a medida que crecían, se volvían más revoltosos. Empezamos a buscar otro apartamento. Buscamos en Brooklyn. A tu papá no le gustaba nada de lo que encontramos. No le gustó nada de lo que encontramos. Creo que no le hablé por casi un mes. Ponía almohadas en medio de la cama, porque eso significaba que teníamos que seguir buscando, y en ese entonces, yo no sabía que él ya se había decidido a mudarse a Long Island. Mi papá conducía el tren J, que corría en círculos por los vecindarios más peligrosos de la ciudad entonces. Desde su cabina, él veía a una Nueva York distinta a la que veía ella. Él veía pobreza, delincuencia, violencia y una ciudad deteriorándose. Papá no era temeroso. Era realista. Había escapado del sur de Jim Crow intacto, y no quería poner a su familia o nuestro futuro en riesgo. Llegamos un sábado, y nos encontramos con Sam McCollough. Era amable. Vivía en el vecindario. Era un agente para la compañía que compró este terreno y construyó las casas. Me contaron después que querían atraer a gente que trabajaba para la ciudad, porque pensaban que tenían el dinero para comprar las casas. HARVEY AMIGO DE WILLIAM FORD, JR. Muchos afroamericanos se estaban mudando a Long Island. Servidores públicos, como conductores de autobús, policías, guardias penales y los ponían en áreas pequeñas, o en vecindarios de distintas ciudades. Uno podía ir a ciertos vecindarios. Ir a Deer Park y encontrar el mismo «nuevo D», ir a Amityville, e igual, pero el resto de Long Island era mayoritariamente blanco. Ese vecindario era un oasis. Pero al salir de ahí, tenía que volver corriendo para salvar la vida.