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«Mirarás mientras me baño en su sangre». El emperador estaba desconsolado. La abejita lo había lastimado más que lo que nadie habría podido jamás. ¿Y qué crees que pasó entonces, Lucio? No lo sé, tío. La abejita le contó todo. ¡Abre, en nombre del emperador! ¡Próximo! ¡Abre las rejas en nombre del emperador! ¡Abre las rejas! ¡Abre las rejas, Próximo! ¿Quieres morir, viejo? Toma. Todo está preparado. Parece que has conquistado tu libertad. Próximo, ¿corres peligro de convertirte en un buen hombre? Juba. ¡Mueran los enemigos del emperador! ¡Abre las rejas! ¡Es orden del emperador! ¡Tiren! ¡Muévanse! ¡Dos columnas a la izquierda! No necesitaré mucho tiempo, así que no descuiden sus vidas. Si no quieren nada de esto, regresen a sus celdas. Te esperaremos aquí, Máximo. Fortaleza y honor. ¡Vamos! Fortaleza y honor. ¡Apunten! ¡Rompan los barrotes! Sombras y polvo. Lo siento. ¡No! Ya está hecho. ¿Qué hay de mi sobrino? ¿Y de su madre? ¿Deberían compartir la suerte de su amante? ¿O debería tener piedad? Cómodo el piadoso. Ahora Lucio se quedará conmigo. Y como su madre me llegue a mirar de un modo que me desagrade él morirá. Si ella decide ser noble y se suicida él morirá. Y en cuanto a ti me amarás como yo te amaba. Me darás un heredero de sangre pura para que Cómodo y sus descendientes gobiernen mil años. ¿No soy piadoso? ¿No soy piadoso? Soy un soldado. Obedezco. Sólo le ocurrirá a uno aquello que esté en condiciones de soportar. Máximo. Máximo. Te aclaman. El general que se convirtió en esclavo. El esclavo que se convirtió en gladiador. El gladiador que desafió a un emperador. Una historia impactante. Ahora el pueblo quiere saber cómo termina. Sólo servirá una muerte célebre. ¿Y qué podría ser más glorioso que desafiar al mismísimo emperador en la gran arena? ¿Pelearías conmigo? ¿Por qué no? ¿Crees que tengo miedo? Creo que has tenido miedo toda tu vida. ¿A diferencia de Máximo el invencible, que no conoce miedo alguno? Conocí a un hombre que dijo: «La muerte nos sonríe a todos». «Lo único que se puede hacer es devolverle la sonrisa».
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